3/4/2023 QUINCE MINUTOS PARA TODA UNA VIDA
Donación de sangre y trasplante de médula ósea
Ana y un triunfo por goleada
El 1 de abril se celebra el Día del Donante de Médula ósea. Hace 20 años se creó en Argentina el Registro Nacional de Donantes de Células Progenitoras Hematopoyéticas donde se inscriben las personas que deciden ser donantes voluntarias de médula ósea.
De este acto, relacionado fundamentalmente con el amor hacia el otro, se desprenden muchas historias de personas que luego de un trasplante pueden seguir proyectando sus vidas. Este es el caso de Ana Meza, trasplantada de médula ósea desde el año 2018, gracias a la solidaridad de su donante no emparentada. Se llama así a la persona que le dona médula a otra persona con la que no tiene ninguna relación familiar.
En el 2017, Ana fue diagnosticada con una enfermedad en la sangre y luego de algunos estudios, surgió la posibilidad de un trasplante de médula ósea para su recuperación. A partir de este diagnóstico, ella y su madre, pensaron en los posibles tratamientos y todo lo que eso conllevaría, es decir, transitar una vida completamente distinta.
“Mi mamá, que estaba conmigo en el hospital, le preguntó al médico cómo iba a ser la cirugía y él le respondió que no era una operación y nos explicó que el proceso era lo más parecido a una transfusión de sangre, cosa que nos sorprendió a las dos”.
El equipo médico se encargó de explicarles cómo iba a ser el proceso de búsqueda en el Registro Nacional de Donantes, informándoles que estaba conectado con la Red mundial de donantes voluntarios, entonces, podría recibir células de otra ciudad del mundo, había que buscar compatibilidad.
“Lo del Registro de Donantes de médula ósea no era desconocido para mí, ya que, en el año 2015 me inscribí como donante, siempre con la idea de poder ayudar”.
Con el objetivo bien claro y como buena arquera de hockey en Estudiantes de La Plata, el club de sus amores, sabía que estaba preparada para “atajar” con todas sus fuerzas cualquier situación. “Mi entrenadora, que se llama Chechu, me enseñó que tenía que darle para adelante siempre con todas mis ganas, porque para atrás, era gol en contra” cuenta entre risas.
Como si la vida supiera de su ansiedad, a los tres meses de búsqueda, le informaron que había tres posibles donantes, uno era compatible en un 90%. El equipo médico se contactó con la persona para confirmar su voluntad de donar médula ósea y sabiendo que había ratificado su decisión, inició el proceso previo al trasplante.
La cuenta regresiva
“Creo que en ese momento no tomé conciencia de que una persona desconocida de cualquier parte del mundo me iba a salvar la vida”, sostuvo. Después del trasplante y acompañada por su madre, familiares y todas las personas que la quieren, Ana comenzó con el proceso de recuperación. “A partir de que mi cuerpo aceptó las células sanas, fue un volver a nacer literal,” comenta emocionada. Volver a su departamento fue un desafío, “todo era nuevo para mí y decidí comenzar a resolver mi vida, la de todos los días, sola”.
Esto también era parte del “volver a empezar, desde un lugar más consciente, comprendiendo el enorme acto de amor que había realizado esa persona, con la que nada nos unía hasta ese momento”.
Por todo esto, hoy Ana es parte de la organización “Pinchas hasta la médula” que surge desde la necesidad de concientizar a las personas sobre la donación de sangre y de médula ósea, pudiendo compartir testimonios, información de fuentes oficiales, además de trabajar con la fundación del club en la organización de eventos solidarios, como las colectas de sangre, “una de las razones fundamentales por las cuales cuento mi historia, que es para crear conciencia sobre la importancia de registrarse como donantes de médula ósea, hay muchos mitos por derribar y muchas historias de vida para compartir”.
Este modo que eligió y elije Ana de transitar su trasplante, le ha dado la posibilidad de honrar la vida y la lucha de muchas personas que como ella, aportan su tiempo y sus ganas para acompañar, informar y contener a otras y otros que han transitado o transitan un trasplante de médula ósea.
Con la fuerza de lo público
Francisco Leone, presidente del CUCAIBA, destacó el trabajo de los hospitales públicos en la provincia de Buenos Aires que realizan trasplantes de médula ósea “es el estado provincial el que garantiza el acceso al trasplante de cada bonaerense que lo necesite, en centros públicos con equipos profesionales habilitados para lograr prácticas de calidad. Desde el ministerio de salud de la provincia se da respuesta a muchas personas que de otra forma no hubiesen podido acceder al trasplante”.
En la provincia de Buenos Aires el sistema de salud tiene cuatro hospitales públicos habilitados en donde se realizan trasplantes de médula ósea (CPH): el Hospital San Martín, el Hospital Profesor Rodolfo Rossi y el Hospital Especializado en Pediatría “Sor María Ludovica” de la ciudad de La Plata y el Hospital de Alta Complejidad El Cruce Néstor Carlos Kirchner, de la ciudad de Florencia Varela.
¿Cómo es el proceso de donación? Es muy importante ser donante de sangre, porque damos vida, ayudamos a otras personas, somos solidarios y nos sentimos bien. Esta decisión de donar sangre, que puede llevar 15 minutos de una vida, permite la oportunidad de ser donantes en el Registro de médula ósea. Es este registro el que se encargará de ingresar los datos a la base nacional que, a su vez, serán asentados en la Red Mundial de Donantes voluntarios.
Si se encuentra donante compatible y se mantiene la voluntad, el Registro comienza con el trabajo de coordinación entre el equipo médico y la persona para llevar adelante el proceso.
Los requisitos necesarios para inscribirse en el Registro de donante de médula son: tener entre 18 y 40 años, pesar más de 50 kilos, no tener antecedentes de enfermedades cardíacas, hepáticas o infectocontagiosas y tener buen estado de salud.
Podés consultar los centros habilitados para donar sangre e inscribirte como donante de CPH en 🔗 https://www.argentina.gob.ar/salud/mapamedula