9/5/2022 “GRACIAS ETERNAS” LA HISTORIA DE RICARDO PÉREZ

Hace ocho años, Ricardo Pérez, compañero de vida de Elena, padre y abuelo, recibió un trasplante renal que le cambió la vida.

Después de haber atravesado el tratamiento de diálisis por una insuficiencia renal en la ciudad de Bahía Blanca, tuvo que adaptarse a los viajes y estadías en la ciudad de La Plata para sus controles.

Fue en esa época donde conoció el hogar de Tránsito “Silvia Inés Salas”, un espacio único en su tipo que aloja a las personas que requieren de un trasplante o el seguimiento con controles médicos, reinaugurado en el año 2021.

Ricardo cuenta que en esas idas y venidas a la ciudad de La Plata para realizarse estudios  en el Centro Regional Sur (CRAI Sur) del CUCAIBA, conoció a mucha gente maravillosa, siempre pendientes de su salud pero fundamentalmente de su ánimo, “eran y son mi familia, médicos, enfermeras y enfermeros, todos, siempre pendientes de cómo me sentía”, comenta con mucha emoción.

Una mañana de diciembre en vísperas de las fiestas de fin de año, Ricardo y su familia  recibieron  la noticia que era compatible con un donante y que había llegado el momento de su trasplante.

Este hombre que había dejado su trabajo en el campo por motivos de salud,   tomó la noticia como la posibilidad de seguir adelante con sus proyectos, el trabajo familiar y las ganas de disfrutar de sus hijas, su hijo y sus nietos que tan feliz lo hacen.

 

Llegaron los preparativos del viaje, organizar algunas cosas que ya de antemano estaban charladas con su familia y así con amigos e hijos deseándole lo mejor, Ricardo y Elena, emprendieron viaje.

Todo transcurrió como el equipo de profesionales le había avisado a Ricardo, no hubo complicaciones y luego de un tiempo prudencial, pudo volver a su casa y al trabajo, algo que sabía, le iba a hacer muy bien.

Con muchas ganas y con ayuda de toda su comunidad, Ricardo comenzó  a hacer realidad un proyecto familiar que hacía tiempo tenía ganas de llevar adelante, un carrito de panchos y kiosquito que funciona en todas las fiestas regionales de su querido Monte Hermoso, en Coronel Dorrego y sus alrededores y que está presente en cada evento social de la zona.

Hoy y después de un tiempo de su trasplante, Ricardo nos repite emocionado  “voy a estar agradecido siempre a todas las personas que hicieron posible que pueda seguir con mi vida” gracias eternas.